¿Qué es la reposición de pómulos?

La reposicion de pómulos es un procedimiento estético que busca mejorar la forma, el contorno y el volumen de los pómulos, lo cual contribuye a un rostro más armonioso y juvenil. Existen varias técnicas para lograr este resultado, dependiendo de las necesidades y preferencias del paciente. Se puede hacer tanto de manera quirúrgica como no quirúrgica.

Opciones para la reposición de pómulos:

Reposición de pómulos no quirúrgica (sin cirugía):

Rellenos dérmicos (ácido hialurónico o hidroxiapatita de calcio):

Se utilizan inyecciones de rellenos para agregar volumen a los pómulos caídos o hundidos. Esto proporciona un aspecto más elevado y redondeado de los pómulos de forma inmediata, sin necesidad de cirugía.

Liposucción de papada y lifting no quirúrgico:

Algunas técnicas no quirúrgicas, como el uso de hilos tensores o ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU), pueden ayudar a reafirmar la piel y reposicionar los tejidos faciales, dando como resultado una mejora en los pómulos.

Lifting con hilos tensores:

Esta técnica no quirúrgica utiliza hilos especiales que se insertan bajo la piel y ayudan a levantar los pómulos al estimular la producción de colágeno y tensar la piel.

Beneficios de la reposición de pómulos:

Mejora el contorno facial, aportando mayor definición.

Combate la flacidez y la pérdida de volumen en la zona media de la cara.

Produce un efecto rejuvenecedor al restaurar los volúmenes perdidos por el paso del tiempo.

Es posible obtener resultados inmediatos con técnicas no invasivas, con poco tiempo de recuperación.

Duración de los resultados:

No quirúrgicos: Los resultados de los rellenos dérmicos o hilos tensores suelen durar entre 6 meses y 2 años, dependiendo del tipo de tratamiento.

Si estás considerando una reposición de pómulos, es importante consultar con un profesional experimentado que pueda ofrecerte la opción que mejor se ajuste a tus necesidades y expectativas.

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